Varias cabañas para madres solteras construidas por voluntarias AIC resultaron dañadas por Batsirai. El pueblo está inundado.
Publicación del 22 de febrero de 2022
Tras el ciclón ‘Batsirai’ que devastó la isla de Madagascar los días 5 y 6 de febrero (véase el artículo más abajo), las voluntarias de la AIC Manakara han comenzado a distribuir alimentos a las víctimas. Visitaron a las familias afectadas y comprobaron que al menos 30 de las pequeñas casas construidas por la AIC ya no son habitables. Planean reconstruirlas lo antes posible, con la ayuda de sus socios, la AIC Estados Unidos y los Amigos de la AIC Madagascar.
En Tôlanaro, el hogar infantil ‘Akany Avotra’ se salvó, mientras que en Fianarantsoa los daños son considerables y aún no se han evaluado. Las voluntarias también están a la espera de noticias de sus grupos AIC en Farafangana y las aldeas circundantes, con los que aún no se ha restablecido el contacto.
La Agencia Nacional de Gestión de Catástrofes ha estimado a la fecha que el número de muertos es 120. Según la agencia, algo más de 124.000 personas vieron sus casas dañadas o destruidas, y otras 30.000 se quedaron sin vivienda y viven ahora en refugios temporales o tiendas de campaña.
Después del ciclón ‘Ana’ que también causó muchas víctimas, ‘Batsirai’ es la segunda tormenta destructiva en Madagascar en el espacio de dos semanas, y la temporada de ciclones aún no ha terminado. El ciclón ‘Bumako’ se espera ya esta semana, esta vez en el noreste de la isla.
Publicación del 8 de febrero de 2022
Una vez más, Madagascar se ha visto afectado por una catástrofe natural que recibió poca publicidad. Esta vez, el ciclón Batsirai trazó un camino de devastación desde la costa sudoriental, pasando por las tierras altas del sur, hasta la costa de Mozambique, devastando principalmente las ciudades de Mananjary, Manakara (la ciudad en la cual vive la presidenta AIC), Farafangana, Fort Dauphin y Fianarantsoa, así como innumerables pueblos, causando al menos 20 muertos y un gran número de heridos. Dos semanas antes, el ciclón Ana ya había provocado inundaciones y corrimientos de tierra en la capital, Antananarivo, causando la muerte de unas 50 personas. Esta vez también se destruyeron principalmente las casas construidas con materiales locales de los más pobres, pero también escuelas e iglesias. Como la mayoría de los grupos AIC y el hogar infantil ‘Akany Avotra’ se encuentran en la zona afectada, las voluntarias de la AIC, a pesar de sufrir ellas mismas la devastación, pueden prestar una ayuda directa que llegará a su destino. La ayuda gubernamental – en un principio, agua potable y alimentos – se pone en marcha lentamente. El restablecimiento del agua y de la electricidad tardará en producirse, lo que dificulta la comunicación. Todavía no hay noticias del hogar infantil ‘Akany Avotra’, pero el sur se ha visto un poco menos afectado y es un edificio sólido.
No comments yet.