La protección de nuestro planeta es de crucial importancia para el futuro de la humanidad, como nos recuerdan los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ver https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/), así como el Papa Francisco, que nos insta a proteger nuestra “Casa Común” para el bien de las generaciones futuras. En este contexto, la AIC desea fomentar acciones en favor de un desarrollo sostenible dentro de nuestra red. El Premio Dominique al Desarrollo Sostenible, concedido por la AIC cada dos años, recompensa así iniciativas innovadoras de voluntarias AIC que integran en sus acciones propias de lucha contra la pobreza, componentes específicos para proteger el planeta.
En respuesta a la convocatoria para el Premio Dominique 2022, nos dio mucho gusto recibir 18 proyectos: 13 son de África, 4 de América Latina y 1 de Europa. Tras leer y estudiar detenidamente y con gran interés, los miembros del jurado seleccionaron a los siguientes proyectos ganadores:
CAMERÚN, Nnom Nnam/Yaundé: “Creación de un huerto comunitario por parte de feligreses de la Iglesia Católica San Agustín en Oyom-Abang-Camp SONEL”
El proyecto tiene como objetivo crear un huerto comunitario de 3 hectáreas en la parroquia Nnom Nnam de Oyom-Abang en Yaundé. Al germinar huesos de aguacate y ciruela de calidad, la primera etapa será producir, en tres meses, plantas jóvenes (plántulas). Estas plántulas serán replantadas en un huerto donde podrán crecer y producir frutos al cabo de 3 o 4 años. El huerto, dividido en parcelas, será mantenido por las voluntarias de la AIC y feligreses con la ayuda de técnicos agrícolas. En última instancia, los ingresos procedentes de la venta de frutas y plantones de árboles frutales mejorarán las condiciones de vida de la población local (ancianos, discapacitados, huérfanos) de la parroquia Nnom Nnam de Oyom-Abang.
PERÚ, Rioja/Naranjos: “Biohuertos orgánicos, una caricia para el cuidado de la Casa Común”
El proyecto tiene como objetivo mejorar la salud de la población de Naranjos, que sufre de anemia y desnutrición crónica, a través de alimentos orgánicos de calidad. Con este fin, las voluntarias planean, con la ayuda de la población, una serie de actividades tales como: sensibilización de la población sobre la importancia de comer verduras de origen orgánico para mejorar su salud; creación de un huerto orgánico de 240m2; distribución, entre las familias más vulnerables, de canastas con los vegetales cosechados; organización de talleres para promover una relación armoniosa con la Madre Tierra y participación en ferias de alimentos orgánicos. Las voluntarias trabajarán en colaboración con el Centro de Salud, el municipio y la parroquia. Eventualmente, las voluntarias desean crear un centro de aprendizaje abierto para permitir que todos logren tener un huerto orgánico en casa.
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A continuación, compartimos otros tres proyectos que también llamaron la atención del jurado aun cuando no hayan sido premiados:
ARGENTINA, Bahía Blanca: “Ecobicicletas” – El objetivo del proyecto es promover una movilidad segura y económica para hacer frente a la falta de transporte público eficiente. El proyecto consiste en proporcionar a 20 jóvenes las herramientas y la formación necesarias para transformar una bicicleta convencional en una bicicleta eléctrica y, al hacerlo, luchar contra el abandono escolar y universitario, mejorar la condición física y proteger el medio ambiente. Se planea una amplia creación de redes de contactos, particularmente con la universidad y el municipio.
MEXICO, Tuxpan: “Cuidemos nuestra Casa Común” – Campaña ecológica para sensibilizar sobre la protección del medio ambiente y promover la implementación de diversas acciones concretas para cuidar nuestra Casa común. Con la intención de cambiar actitudes, estas acciones abordan 4 desafíos en particular: plantar árboles, cuidar el agua, vivir sin plástico y mantener un medio ambiente limpio. Las voluntarias trabajan en estrecha colaboración con muchos actores locales, como el municipio, las escuelas, los centros de formación y las empresas.
NIGERIA, Godoji – Abuja: “La agricultura alternativa como respuesta a la violencia” – Un proyecto para ayudar a 20 agricultoras víctimas de constantes ataques que las obligan a abandonar sus tierras, para lograr que sean económicamente independientes y capaces de mantener a sus familias. Las voluntarias desean capacitar a estas mujeres en el uso de una agricultura alternativa fuera del suelo, la cual consiste en sembrar verduras en bolsas de lona usadas rellenas de arena, estiércol y fertilizante.
Ya sea a través de una agricultura orgánica local respetuosa del medio ambiente, de una movilidad limpia que reduzca emisiones de carbono o acciones de sensibilización, esperamos que estas diferentes iniciativas les inspiren a promover el desarrollo sostenible y a preservar nuestro planeta en beneficio de las generaciones futuras.
Más información sobre los proyectos ganadores del Premio Dominique en años anteriores:
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