La AIC se propone ser una fuerza transformadora de inspiración cristiana dentro de la sociedad, prioritariamente con las mujeres, a través de acciones promocionales y colaborar a nivel local y mundial para construir, juntos, un mundo más justo. Su Misión es luchar contra todas las formas de pobreza y exclusión, siguiendo el ejemplo de San Vicente de Paúl y las enseñanzas de la Iglesia.